Un escocés se ve en la tesitura de tener que clavar unos clavos.
Es lo que tiene comprar clavos, que luego tienes que clavarlos, si no, tienes ahí un inmovilizado al que no sacas rentabilidad, etc. etc. Bueno, nunca se me ha dado bien la economía.
A lo que iba: un escocés que tiene que clavar unos clavos, y le dice al hijo:
- ¡Hijo! ¡Anda y ve y le pides al vecino un martillo!
Se va el hijo, y al rato vuelve.
- Que dice el vecino, papá, que no nos deja su martillo porque se le gasta.
- ¡Qué tacaño! Bueno, anda, saca el nuestro.
lunes, 10 de marzo de 2008
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